¿Es la catarsis una finalidad de la literatura?
La finalidad de la poesía, para Aristóteles, es el placer, pero entendido desde una perspectiva ética. Así define la tragedia en su Poética: “La tragedia es una imitación de una acción elevada y completa, dotada de extensión, en un lenguaje templado (…) y que, por medio de la compasión y del temor, produce la purificación de tales pasiones [la compasión y el temor]” (purificación acompañada de placer).
Nota importante: es a partir de la tercera década del XVI cuando la Poética recibe gran atención de los estudiosos. La poesía del primer Renacimiento es más formalista. A partir de la segunda mitad de siglo (recuérdese la Contrarreforma y su moralización de la literatura, la cual debía guiar a una vida virtuosa) el tema ético (que también aparece, como hemos visto, en la Poética), volverá a primera plana.
Minturno (s. XVI) interpreta el concepto de Catarsis: "La poesía trágica presenta la condición humana como en un espejo brillante, y quien contempla en tal espejo la naturaleza de las cosas, la variedad del mundo y la flaqueza de hombre, anhela obrar como persona sensata y guardar equilibrio de ánimo ante las situaciones adversas”.
La tragedia (literaria) nos permite entender y superar la tragedia (personal). Por ello la catarsis es liberación, pero nunca evasión. El sentimiento de plenitud producido por la catarsis está vinculado al reconocimiento (y como a una oscura aceptación resignada) de algo universal, fatal, nuestro, que supera el caso concreto en que se vivió un sentir real.