martes, 31 de marzo de 2020

Características del lenguaje literario: la plurisignificación

La plurisignificación

¿El lenguaje literario se caracteriza por ser profundamente connotativo? Esto supone que el lenguaje de la ciencia, la filosofía, etc. es denotativo. Sin embargo, la connotación no es exclusiva del lenguaje literario. La connotación, en literatura, es uno de los aspectos de la ambigüedad estudiados por W. Empson. La ambigüedad, sin embargo, supone disyunción y no convergencia totalizante de significados, que es lo propio de la literatura. P. Wheelwright habla más propiamente de plurisignificación.

Una obra literaria huye del significado literal y unívoco propio de las ciencias. Conserva y trasciende simultáneamente la literalidad de las palabras.

Ejemplo:

Mas tú, oh rosa fría
odre de las viñas antiguas y limpias

Usa la palabra “odre” en un significado literal (saco hecho de piel para transportar líquidos) que se refuerza por la relación sintagmática con “viñas”, a lo que se añade multitud de significados: manantial de vida, reconfortamiento, revigorización, compañía benéfica en el viaje de la existencia, evocación de un pasado distante y puro (“viñas antiguas y limpias”).

La plurisignificación en la palabra tiene dos planos: el vertical o diacrónico (los significados añadidos que el tiempo -la etimología, etcétera- y otras obras literarias dan a las palabras) y el sincrónico u horizontal (los significados que adquiere dentro de la obra que le sirve de contexto verbal). “Una palabra es caracola sutil en que rumorean diversamente las voces de los siglos”.

La plurisignificación “puede extenderse a la totalidad de una obra, y esto es lo que en verdad acontece con todas las creaciones literarias valiosas”. Siempre encierran múltiples implicaciones significativas y, por tanto, múltiples interpretaciones.

Por otro lado, lo literario es indisociable “del mundo de los símbolos, de los mitos y de los arquetipos”.