sábado, 3 de octubre de 2020

A la ausencia de Marina, de M. G. de Jovellanos

A la ausencia de Marina  (fragmento)


 Corred sin tasa de los ojos míos,

¡oh lágrimas amargas!, corred libres

de estos míseros ojos, que ya nunca,

como en los días de contento y gloria,

recrearán las gracias de Marina.

Corred sin tasa, y del cuitado Anselmo

regando el pecho dolorido y triste,

corred hasta inundar la yerta tierra

que antes Marina honraba con su planta.

¡Ay! ¿Dó te lleva tu maligna estrella,

infeliz hermosura? ¿Dónde el hado,

conmigo ahora adverso y rigoroso,

quiere esconder la luz de tu belleza?

¿Quién te separa de los dulces brazos

de tu Anselmo, Marina desdichada?

¿Quién, de amargura y palidez cubierto

el rostro celestial, suelto y sin orden

el hermoso cabello, triste, sola,

y a mortales congojas entregada,

de mi lado te aleja y de mi vista?