miércoles, 1 de abril de 2020

Funciones y finalidades de la literatura: la estética, ¿la moral? y ¿la utilidad práctica?


El arte podría ser juzgado únicamente en función de elementos estéticos, no necesita ponerse al servicio de la polis, de la moral, de la filosofía…

Hasta mediados del siglo XVIII se atribuye a la literatura, en general, una finalidad o hedonista o pedagógico-moralista (desde el horaciano aut prodesse aut delectare). Kant, en la Crítica del juicio (1790) explicaría que el sentimiento estético es ajeno al interés de orden práctico. El placer resultante de la experiencia estética será una satisfacción desinteresada, es decir, un placer exento de la intromisión del deseo y de la voluntad. La expresión arte por el arte está relacionada con los círculos románticos alemanes (más tarde en Francia, Poe y Wilde). Esta concepción es puramente del XIX y choca con las ideas socialistas. Esta expresión difundió el principio de que lo principal es el valor estético, pero llevó en ocasiones a un antagonismo radical entre arte y vida, un amoralismo agresivo, etc.

T. Gautier sobre la utilidad del arte: "Si el origen y la medida determinante de los valores fuesen las necesidades prácticas e inmediatas del hombre, el poeta estaría en grado inferior al zapatero. Pero el hombre alberga exigencias de otro orden, inexplicables para una mentalidad utilitarista, pues se apartan de una visión pragmática de las cosas y de los seres. ¿Para qué la belleza de las mujeres, si cualquier mujer fisiológicamente normal podría satisfacer las necesidades de los economistas? (…) Solo es verdaderamente bello lo que no puede servir para nada; todo lo útil es feo, porque es la expresión de alguna necesidad, y las necesidades del hombre son innobles. El lugar más útil de una casa es el retrete".

La corriente teórica del arte por el arte fue especialmente crítica con el moralismo del arte. En general, sostiene que el afán moralizante del arte no es universalista, sino que responde a los intereses de un grupo, sea progresista o conservador. Se convierte en propaganda ideológica. El arte por el arte no niega la moral; la considera un dominio propio aparte de la literatura. Lo propio de la literatura es la estética.