Como el símbolo implica una relación subjetiva entre el plano real (A) y el plano imaginario (B), el simbolismo contiene toda una mística de la subjetividad y el enigma, plagada de intuiciones, referencias a lo onírico (Freud), al inconsciente colectivo (Jung) y a otras fantasías por el estilo (el intuicionismo de Croce, por ejemplo), impermeables a la razón. Todo esto se conjuga con el llamado decadentismo francés de la época y la filosofía del idealismo alemán. Todo esto se conjuga contra el positivismo, el naturalismo, y la “burguesía racionalista y capitalista” (Schmidt).
El antepasado remoto del simbolismo es la poesía mística renacentista, de la que hay que remarcar que presenta, en comparación, mucho mayor grado de racionalidad, en lo que se refiere a su adecuación al sistema de ideas del Cristianismo.
Esa mística de la poesía ya la había recogido con anterioridad Víctor Hugo en sus Odas (1822): “Bajo el mundo real, existe un mundo ideal que se muestra resplandeciente a los ojos de aquellos que están acostumbrados a ver en las cosas más que las cosas”.
El simbolismo da inicio al reinado del verso libre.
Los padres de la criatura son:
Charles Baudelaire, poeta de gran influencia en el empleo posterior del símbolo.
Paul Verlaine, del que se suele destacar su búsqueda de la musicalidad y el hecho de tratar de reflejar un estado anímico concreto (y, a su vez, indefinido) en sus composiciones.
Arthur Rimbaud, quien merece estudio aparte, pero irracionalista también.
Stéphane Mallarmé, poeta hermético que es figura principal en la búsqueda del “absoluto”, y que sería muy influyente en el español Juan Ramón Jiménez. El “absoluto”, en filosofía, es un ser eterno, perfecto e invariable, suficiente, que contiene en sí y crea todo lo existente (así lo definen Rosental e Iudin en su Diccionario filosófico). “Para la religión, lo absoluto es Dios; en Fichte, es el “Yo”; en la filosofía de Hegel, aparece como lo absoluto la razón universal (el espíritu absoluto); en Schopenhauer, es la voluntad; en Bergson, la intuición”.
Para ampliar información sobre el movimiento léase:
Prefacio a Una tirada de dados jamás abolirá el azar- Mallarmé
Manifiesto del simbolismo - Moréas