Un modelo educativo para las enseñanzas medias públicas
0.- Condiciones de acceso
La enseñanza pública será de acceso universal tanto para alumnos de nacionalidad española como para hijos de ciudadanos extranjeros con permiso de residencia.
Los cuatro años de escolarización en enseñanzas medias serán sufragados íntegramente por los presupuestos generales del Estado, incluyendo el material escolar básico para cada alumno.
No existirá ningún tipo de discriminación por razones de sexo, raza o religión, de manera que los derechos y los deberes serán iguales para todos los alumnos.
1.- Tipos de escuelas
La enseñanza media del sistema público se compone de tres tipos de escuelas, en las que los alumnos se ordenarán de acuerdo con sus resultados en dos pruebas de cociente intelectual que realicen al terminar la escuela primaria. Como nuestro modelo educativo va a estar basado en contenidos científicos, la capacidad académica que indica el cociente intelectual (CI) es un buen medidor.
- Escuelas especializadas: para aquellos alumnos que requieren apoyo individualizado (CI de 55 a 84 puntos; de discapacidad cognitiva leve a inteligencia límite). Permiten el acceso a estudios de Formación Profesional.
- Escuelas normales: para alumnos con capacidades cognitivas en la media (CI de 85 a 114 puntos). Permiten el acceso a estudios universitarios y de Formación Profesional.
- Escuelas de élite: para alumnos con elevadas capacidades cognitivas (CI de 115 a 200 puntos o superior). Permiten el acceso a estudios universitarios y de Formación Profesional.
Voy a tratar de demostrar que la clasificación por cociente intelectual no es caprichosa ni discriminatoria.
1.1.- Por qué no es una clasificación caprichosa
Está demostrado que los resultados en pruebas competentes de CI predicen bien el rendimiento académico. Además, un alumno podrá repetir la prueba de CI cada año con el fin de pasar a una escuela superior. En el caso de que sus resultados académicos sean brillantes, también podrá pasar a formar parte de una escuela superior. Asimismo, el bajo rendimiento académico podrá suponer el paso a una escuela inferior o incluso la expulsión del sistema educativo si tal rendimiento se debe a mala conducta.
1.2.- Por qué no es una clasificación discriminatoria
Es evidente que clasificar implica discriminar, pero no todas las clasificaciones son discriminatorias en sentido peyorativo. Pensemos en el actual modelo público español, que se limita, en general, a mezclar alumnos independientemente de su capacidad cognitiva.
Este sistema busca (y es eficaz en su búsqueda) la mediocridad. En él, un alumno de bajas capacidades estudiantiles tenderá a la rebeldía conductual ante la frustración diaria de comprobar sus malos resultados y la mala imagen que estos causen ante sus compañeros. Tal frustración no le permitirá aprovechar sus capacidades y, al mismo tiempo, afectará de forma negativa al aprovechamiento de las clases por parte del resto del grupo. Su mala experiencia en secundaria le afectará a la autoestima para el resto de su vida.
Los alumnos de capacidades cognitivas en la media se acomodan al compartir clase con aquellos que tienen bajas capacidades, y a la vez consideran “inalcanzables” a los “listos” o “empollones”, por lo que también tenderán a la mediocridad.
Los alumnos de altas capacidades comprobarán que consiguen las mejores notas con mucho menor esfuerzo que sus compañeros, con lo que perderán el sano instinto competitivo, se volverán vagos y no aprovecharán su potencial.
El problema de la clasificación actual, en suma, es que en ella todos los alumnos son de hecho discriminados en su contexto diario.
Con la clasificación que propongo, si bien es cierto que el alumno sería consciente de la existencia de escuelas superiores, estas no formarían parte de su contexto vital, el cual sería adecuado a su nivel y en el que podría competir y sobresalir.
2.- Contenidos y asignaturas en la enseñanza media
Los contenidos científicos y racionales son la base para formar individuos competentes y valiosos para la sociedad. Las enseñanzas medias rechazan la educación basada en “valores” o “emociones”, que termina siendo formación ideológica y sesgada al servicio del poder y de la ideología que posea la hegemonía cultural. A grandes rasgos, la educación es tarea de la familia y del contexto del individuo, mientras que la formación es propia de la escuela.
La enseñanza media se dividirá en cuatro cursos, para alumnos comprendidos entre los 12 y los 16 años. El alumno que supere los cuatro cursos obtendrá un título de enseñanzas medias válido en todo el territorio nacional.
Todos los alumnos, independientemente de su afiliación a una determinada escuela, podrán comenzar estudios de Formación Profesional a los 14 o a los 16 años, sin necesidad de prueba de acceso.
Todos los alumnos que abandonen o sean expulsados de las enseñanzas medias y de Formación Profesional pueden volver a ellas transcurrido un plazo de dos años, sin necesidad de prueba de acceso. La expulsión de las enseñanzas medias nunca tendrá como motivo los malos resultados académicos, sino la mala conducta. La disrupción repetida de las clases y la práctica de la violencia verbal o física serán motivos de expulsión del sistema educativo.
El cuarto curso terminará con unas pruebas estatales externas (y opcionales para el alumno) que, en el caso de las escuelas normales y de élite, darán acceso a las universidades públicas por orden de nota.
Las plazas en la universidad pública estarán reservadas en un 50% para alumnos de escuelas de élite y en el otro 50% para alumnos de escuelas normales. Toda persona mayor de edad titulada en enseñanzas medias por la escuela pública podrá acceder a esas pruebas anualmente.
Un alumno de escuela privada solamente podrá acceder a una universidad pública previa realización de tales pruebas estatales externas, y solo en el caso de que sobren plazas del reparto explicado en el párrafo anterior. Tanto las escuelas como las universidades privadas tienen libertad para establecer sus propios criterios de acceso y los contenidos de sus enseñanzas.
La carga horaria de cada curso de enseñanzas medias será de cinco horas al día, de lunes a viernes, preferiblemente por las mañanas. 25 horas presenciales en total a la semana.
Las asignaturas obligatorias en territorio estatal serán las siguientes todos los cursos:
Matemáticas (5 horas semanales)
Gramática, Retórica y Poética (5 horas semanales)
Deporte (3 horas semanales)
Medicina y Nutrición (2 horas semanales)
Lengua extranjera (3 horas semanales)
Filosofía e Historia (5 horas semanales)
Economía (2 horas semanales)
Las escuelas privadas pueden, previa autorización del Estado, ofertar asignaturas optativas presenciales en horario de tarde en institutos públicos. Los docentes que las impartan tendrán a su disposición las instalaciones sin coste alguno. El único requisito para acceder a tales optativas será pagar la cuota correspondiente o estar becado por el Estado por alto rendimiento académico. Los estudiantes, además, accederán por orden de nota. En ningún caso se favorecerá el acceso a nadie por el hecho de estar matriculado en un instituto público o uno privado. El profesorado público puede ser contratado libremente por la iniciativa privada para impartir estos cursos. El alumnado no está obligado a cursar ninguna asignatura optativa.
3.- Método y condiciones para titular
El objetivo es que todo el alumnado desarrolle su potencial y logre acceder a los estudios posteriores o al ámbito laboral que desee.
Considero que la pedagogía posmoderna ha hundido ya a varias generaciones con el desprecio de la memorización para la enseñanza. La memoria está unida a la comprensión y al aprendizaje de forma indisoluble. Puede afirmarse que sin memoria comprensiva no hay aprendizaje. No se puede responder a la pregunta “¿Qué has aprendido?” sin memoria comprensiva.
Considero asimismo que la escuela posmoderna hace bien en promover el aprendizaje en grupo, el aprendizaje por proyectos y lo que llaman “aprender a aprender”, que yo considero mnemotecnia y búsqueda y gestión de la información, asunto capital en nuestra era de internet. No es necesaria una asignatura específica. Cada profesor promoverá mediante tales estrategias el aprendizaje autónomo de sus alumnos, procurará encargarles tareas significativas y conectará siempre sus enseñanzas con el mundo contemporáneo.
Los enemigos de la clase magistral son enemigos de los libros, pues los libros son pura clase magistral. Los profesores deberán tener amplios y probados conocimientos de su especialidad. La clase magistral es fundamental para mi modelo educativo.
La competitividad sana, el trabajo en grupo, la exigencia y el ocio son factores primordiales para lograr todo objetivo en la vida. Renunciar a ellos o a su equilibrio supone, en general, abrazar la mediocridad o la depresión.
Para titular, el alumno tiene que haber aprobado todas las asignaturas de todos los cursos, de manera que su nota media sea, al menos, un 5.